la lipólisis. 23 El zinc ha demostrado ser capaz de inhibir a las proteínas tirosinafosfatasas y activar a la fosfodiesterasa, favoreciendo la captación de glucosa mediada por insulina y atenuando la fosforilación de la lipasa sensible a hormonas. 23,24 Por lo tanto, resulta un regulador negativo de la lipólisis capaz de simular la acción de la insulina sobre el tejido adiposo. Pero, además, como el zinc es transportado principalmente por la alb mina, al igual que los AGL, se produce una acción competitiva entre ambos, que da origen a una alteración del pool de zinc intercambiable en plasma con la disminución de la captación celular, lo que afecta el estado nutricional de este mineral. La información científica sugiere que el zinc, además, puede ejercer una regulación endocrina de la producción de la insulina, que interviene en el proceso de almacenamiento y de secreción de esta hormona por parte de las células beta del páncreas. 1 También, facilita la fosforilación del receptor de insulina mediante la activación de los componentes claves en la vía de se alización de la insulina y potencia el transporte de glucosa al interior de la célula 25,26 (Figura 1). Se ha informado que la falta de este mineral provoca modificaciones en la estructura de la insulina que podrían afectar el enlace con el receptor y la actividad biológica de esta hormona.
PAPEL DEL ZINC EN LA RESISTENCIA A LA INSULINA Los ácidos grasos libres (AGL) están compuestos principalmente por ácidos grasos de cadena larga movilizados desde las reservas de los triglicéridos en el tejido adiposo a través de la hidrólisis enzimática. Luego de ser liberados a la circulación son transportados por la alb mina; por lo tanto, cuando sus concentraciones son elevadas, compiten o interrumpen la unión del zinc, alterando de este modo la captación celular y generando un descenso de este mineral en los tejidos. 20 La presencia de concentraciones elevadas de AGL se ha asociado con la patogénesis de la resistencia a la insulina y el síndrome metabólico, 21 pero también con obesidad, inflamación y disfunción endotelial; por lo tanto, la regulación de la lipólisis resulta prioritaria. Mediante sus acciones insulinomiméticas y la inducción de las fosfodiesterasas, el zinc contribuye a regular la liberación de AGL desde el tejido adiposo. 22 La lipólisis es un proceso que se encuentra finamente regulado. Las catecolaminas estimulan la lipólisis mediante la unión a los beta-adrenorreceptores, aumentan la producción de AMP cíclico y activan la lipasa sensible a hormonas, que es la enzima que cataliza la hidrólisis de los triglicéridos y la liberación de los ácidos grasos. Por el contrario, la insulina es el principal inhibidor o regulador negativo de la lipólisis, dado que, mediante la unión a su receptor, activa la enzima que cataliza la conversión de AMPc a 5’-AMP, provocando la reducción de la concentración intracelular de AMPc que suprime la actividad de la lipólisis. 22 En los adultos, una mayor concentración de AGL se asocia con mayor incidencia de intolerancia a la glucosa y diabetes tipo 2. En esta enfermedad, el incremento de la lipólisis es uno de los componentes involucrados en su patogénesis, debido a que favorece la resistencia a la insulina, la gluconeogénesis hepática, el estado proinflamatorio y la elevación de los triglicéridos. 22 Dado que la regulación de la concentración de los AGL circulantes es prioritaria en el síndrome metabólico y en la diabetes, algunas investigaciones han evaluado el papel de los agentes insulinomiméticos sobre la inhibición de
Glucosa
Insulina
ZINC
RECEPTOR DE INSULINA
GLUT-4
P
+
AMPc
Glucosa
+
AMP 5
Lipólisis
Figura 1. Funciones insulinomiméticas del zinc.* P, fósforo; GLUT-4, proteína transportadora de glucosa regulada por la insulina; (+) señalización de la insulina. * Adaptado de Hernández y col. 22 , Vardatsikos y col. 25 y Tianjiao y col. 26
El papel potencial del zinc como inhibidor de la lipólisis surgió en la década del 70 a partir de observaciones en ratas con deficiencia que
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