revista lipidos

Atherosclerosis Society (ESC/EAS) 20 o las brindadas por los nefrólogos (KDIGO), 21 la población con ERC no está suficientemente tratada con estatinas y, con frecuencia, no alcanza las metas lipídicas recomendadas. 22 Para el presente trabajo, reevaluamos a la población aplicando la guía de la SAL. En este estudio, la aplicación de la guía de la SAL determinó que todos los pacientes con ERC incluidos tenían indicación para recibir estatinas. Esta indicación se estableció porque el paciente tenía antecedentes cardiovasculares, diagnóstico de diabetes o, simplemente, un valor de TFG < 60 ml/min/1.73 m 2 , considerado una condición clínica de alto riesgo cardiovascular. Sin embargo, casi la mitad de los pacientes con ERC no recibió tratamiento hipolipemiante. Del mismo modo, no todos los pacientes en prevención secundaria o con diabetes recibieron estatinas y, en aquellos tratados, las dosis no fueron las adecuadas. Nuestros hallazgos coinciden con otros informes que evaluaron a pacientes con ERC en otras partes del mundo. 23-25 Por lo tanto, parece que la ERC no es la excepción a la regla: cuando se analizan los datos poblacionales de la práctica diaria en otras enfermedades crónicas, como la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria o la diabetes, el tratamiento también está por debajo de lo esperado. Sin embargo, conocer los datos aportados por nuestro trabajo sobre esta problemática en nuestra región podría considerarse una excelente oportunidad de mejora. El enfoque multidisciplinario de los pacientes con ERC, que busque acuerdos entre nefrólogos, cardiólogos, lipidólogos y médicos generalistas, podría optimizar el tratamiento de estos pacientes con elevado riesgo cardiovascular. Este estudio tuvo algunas limitaciones: fue un trabajo de observación basado en una base de datos secundaria (historia clínica electrónica). En consecuencia, la presencia de sesgos es altamente probable. Además, los hallazgos emergen de un n mero peque o de pacientes analizado en un solo centro de salud. A pesar de estas limitaciones, el estudio representa una contribución valiosa, ya que examinó una estrategia basada en una guía local en pacientes de nuestro país.

estatinas para los pacientes con ERC está por debajo de lo esperado. La ERC es un cuadro clínico que se asocia de manera independiente con mayor riesgo cardiovascular. 12 Asimismo, la relación entre la ERC y la ECV es bidireccional. En este contexto, la terapia dirigida a mejorar la historia natural de una enfermedad mejora el pronóstico de la otra. 13 Un metanálisis reciente mostró que la TFG predijo la aparición de eventos cardiovasculares, incluso después de ajustar por los factores tradicionales de riesgo. 14 Un valor de corte de 60 ml/min/1.73 m 2 se ha identificado como el nivel por debajo del cual el riesgo cardiovascular comienza a aumentar. En este sentido, la presente investigación consideró este marcador y este valor de corte para incluir a los pacientes con ERC. El uso de estatinas constituye una herramienta crucial en la prevención cardiovascular. La evidencia disponible, basada en m ltiples ensayos clínicos, refleja que el uso de estatinas se asocia con reducción de los eventos cardiovasculares en diversos cuadros clínicos, incluidas las poblaciones en prevención primaria y secundaria. 15 Lamentablemente, los pacientes con ERC están poco representados o fueron excluidos de los ensayos clínicos principales. En consecuencia, el impacto de las estatinas en esta población se desprende fundamentalmente del análisis de subgrupos o de observaciones post hoc . Una excepción es el estudio SHARP, que mostró una reducción del 17% en la incidencia de eventos cardiovasculares con la combinación de simvastatina y ezetimibe, en comparación con placebo, en pacientes con ERC sin antecedentes coronarios. 16 Asimismo, una revisión sistemática mostró que las estatinas redujeron un 20% los eventos cardiovasculares graves en pacientes con ERC que no recibían hemodiálisis. 17 Sin embargo, dos ensayos clínicos no lograron demostrar el beneficio de las estatinas en pacientes en hemodiálisis (enfermedad en su etapa terminal). 18,19 En el presente trabajo no se incluyeron pacientes en hemodiálisis. Nuestro grupo de investigación ha informado previamente que, considerando las recomendaciones de la European Society of Cardiology / European

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Rev. Arg. de Lípidos - Vol. 6 (3) 2022

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